Después de una larga noche, el día te invita a conocer a fondo esta ciudad, recorrerla apaciblemente, saboreando cada paraje, escudriñando cada rincón y visitando, de paso, algún museo.
Nos dirigimos al Casco Antiguo de la ciudad bordeando las pintorescas casas del río Oñar, cuyos colores están llenos de vida, y son sueños plasmados por tantos pintores a los que han conseguido enamorar. Por eso no es de extrañar encontrarse a tantos artistas ilustrando en sus lienzos estas antiguas viviendas.
El sonido de una bonita melodía nos invade los oídos mientras paseamos por Las Ramblas, donde se concentran grupos de gente que pasan una tranquila tarde tomando algo bajo las "Voltes".
Recorriendo, más adelante, el Paseo de la Muralla llegamos al mirador, que nos muestra una deliciosa vista de la ciudad, donde las casas parecen pequeños granitos de arena.
Otra perspectiva para ver la ciudad es sobre ruedas, gracias a Gerió, el tren de Girona.
La mejor forma de conocer los remotos orígenes de Girona es visitando el Museo Histórico, situado en el centro del Barri Vell, que recorre la historia de la ciudad desde los primeros prehistóricos hasta nuestros días.
Otro interesante museo es el Museo del Cinema, que muestra, a través de 500 imágenes, el proceso del cinema desde las primeras manifestaciones de éste, las sombras chinas, hasta la llegada de la televisión.
La Casa de Cultura os ofrece también una serie de actividades variadas para pasar tardes entretenidas, desde conciertos de música clásica hasta conferencias culturales sobre los más variados temas.
Si realmente queréis pasar un día de relax, ésta es vuestra ciudad.
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oñar?? oNYar!!!! jajaja
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